¿El estrés baja las defensas?

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibe como amenazantes. Sin embargo, cuando esta respuesta se mantiene durante períodos prolongados, puede tener efectos negativos en nuestra salud y sistema inmunitario.

 Estrés agudo vs. estrés crónico

Es importante distinguir entre estrés agudo y crónico:

  • Estrés agudo: Es una respuesta temporal a una amenaza inmediata. Aunque puede afectar temporalmente al sistema inmunológico, generalmente no tiene efectos duraderos.
  • Estrés crónico: Es un estrés constante y prolongado que puede tener efectos negativos duraderos en la salud y el sistema inmunitario.

Estrés y sistema inmunológico: una relación compleja

El sistema inmunológico es nuestra defensa natural contra agentes externos. Está compuesto por una red de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para proteger nuestro organismo. El estrés, especialmente el estrés crónico, puede alterar este sistema de diversas maneras:

  • Liberación de cortisol: El estrés activa la liberación de cortisol, una hormona que, en niveles elevados y prolongados, puede suprimir la función inmunológica.
  • Inflamación: El estrés crónico puede inducir un estado de inflamación en el organismo.
  • Disminución de la respuesta inmune: La exposición continua al estrés puede reducir la eficacia del sistema inmunológico.

¿Cómo proteger nuestras defensas?

Para mantener nuestro sistema inmunológico fuerte frente al estrés, es fundamental adoptar hábitos saludables:

  • Gestionar el estrés: Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda puede ayudar a reducir los niveles de estrés.
  • Dormir lo suficiente: El sueño es esencial para la función inmunológica. Se recomienda dormir entre 7 y 9 horas por noche.
  • Mantener una dieta equilibrada: Consumir una variedad de alimentos ricos en nutrientes esenciales, como frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros, puede apoyar la función inmunológica.
  • Ejercicio regular: La actividad física moderada puede fortalecer el sistema inmunológico y reducir el estrés.
  • Evitar sustancias nocivas: Limitar el consumo de alcohol, evitar el tabaco y reducir el consumo de alimentos procesados puede beneficiar al sistema inmunológico.

El estrés, especialmente cuando es crónico, puede debilitar nuestras defensas. Sin embargo, con una gestión adecuada y hábitos de vida saludables, podemos fortalecer nuestro sistema inmunológico y mejorar nuestra salud en general.

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